En Barranquilla, la tragedia se ha apoderado de un conjunto residencial conocido como Privilegios. La evacuación de apartamentos ha dejado desolación y preocupación entre sus habitantes. El vandalismo ha exacerbado la situación ya crítica después del desplome de una de las torres del conjunto.
Aquellos que huyeron en busca de seguridad enfrentan la amarga realidad de haber sido despojados de sus pertenencias. Las imágenes de lo que queda atrás son desoladoras. Sin vigilancia y a merced de ladrones, los apartamentos se han convertido en blanco fácil.
Los residentes ahora viven una pesadilla, luchando no solo por su salud y seguridad, sino también por recuperar lo que les pertenece. La falta de protección ha generado un clima de inseguridad que agrava la ya frágil situación social en el área.
Saquean apartamentos evacuados por riesgo en conjunto Privilegios
Sin puertas, sin comedor, sanitarios y ventanas han quedado algunos de los apartamentos que fueron evacuados luego del desplome de una de las torres del conjunto Privilegios, el pasado 28 de noviembre. Esta emergencia dejó a una mujer sin vida y a tres menores lesionados, evidenciando la grave situación que enfrentan los habitantes del sector.
Las pertenencias como televisores, estufas, lavadoras, entre otros electrodomésticos y enseres, han sido robados por desconocidos que aprovechan la ausencia de vigilancia en el sector. Este saqueo aumenta la angustia ya existente entre aquellos que fueron evacuados y buscan soluciones a su situación.
Declaraciones de Dignora Cuesta
Dignora Cuesta, propietaria de uno de los apartamentos afectados, ha sido una de las voces más visibles en esta crisis. Ella señala que la Policía vigiló los apartamentos durante la primera semana después de la tragedia. Sin embargo, la falta de una vigilancia privada ha dejado a los propietarios en una situación vulnerable.
“Entendemos que ellos no pueden estar permanentemente vigilando porque son policías del cuadrante y deben estar haciendo rondas, pero nunca se nos resolvió una vigilancia privada y hoy sufrimos nuevamente por el saqueo a nuestros apartamentos”, indicó Cuesta, reflejando la frustración de muchos en su situación.
Saqueo de pertenencias
Cuesta, relató que decidió ingresar a su apartamento en el bloque 4 para rescatar las pocas cosas que quedaban. “Empezaron a meterse a los apartamentos y se llevaron las puertas, lavamanos, sanitarios, comedor, televisores, colchones, estufa, entre otra cantidad de cosas. Todo eso había quedado ahí porque luego de la evacuación solo nos permitieron sacar ropa y productos de primera necesidad”, recordó la afectada, enfatizando el doloroso proceso de perder no solo un hogar, sino también pertenencias valiosas.
La situación ha generado un clima de desesperación, ya que muchos residentes no saben qué hacer ante la falta de ayuda y la desprotección. La urgencia de una respuesta adecuada se vuelve cada vez más apremiante.
Subsidios de arrendamientos
En cuanto a las ayudas, Dignora Cuesta expresó que el Distrito entregó a 22 familias un auxilio de arrendamiento por $750.000 durante tres meses y están a la espera de que se defina una solución definitiva. Este subsidio, aunque bien recibido, no resuelve el problema a largo plazo.
“Luego de la emergencia nos llevaron a hoteles, allí duramos dos semanas, hasta el día de velitas. Posteriormente nos entregaron el subsidio de arrendamiento durante tres meses. Sin embargo, no sabemos qué pasará cuando se cumpla ese periodo”, indicó, mostrando la incertidumbre que enfrentan muchos inquilinos en esta situación crítica.
Impacto en la comunidad
El contexto de saqueos y falta de protección ha generado un impacto profundo en la comunidad. Los residentes enfrentan no solo pérdidas materiales, sino también un profundo sentimiento de inseguridad. La violencia y el vandalismo se han vuelto temas de conversación predominantes entre los que aún residen en el conjunto.
La confianza en las autoridades también ha disminuido, y muchos residentes sienten que sus necesidades no son atendidas adecuadamente. Esto ha llevado a la formación de grupos comunitarios que buscan soluciones conjuntas para combatir la inseguridad.
Recuperación y futuro incierto
La recuperación de los bienes robados es un proceso complicado y, en muchos casos, frustrante. Las autoridades han indicado que se están llevando a cabo investigaciones, pero la lentitud de los procesos legales deja a los propietarios en la incertidumbre.
La pregunta que todos se hacen es: ¿qué pasará con los apartamentos evacuados? La falta de una respuesta clara y el temor a un nuevo saqueo limitan las posibilidades de regreso para aquellos que aún anhelan volver a sus hogares.
Recomendaciones para los afectados
- Formar grupos de apoyo entre los afectados para compartir experiencias y recursos.
- Establecer comunicación constante con las autoridades para informar sobre situaciones sospechosas y solicitar más vigilancia.
- Explorar opciones de seguros que puedan ayudar a mitigar las pérdidas en situaciones similares en el futuro.
- Informar a la comunidad sobre los derechos de los inquilinos y recursos legales disponibles.
La situación en el conjunto Privilegios es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la seguridad en las comunidades. A medida que las familias lidian con el impacto del desplome y el vandalismo, la esperanza por un futuro más seguro se vuelve esencial para su recuperación emocional y material.
Es imperativo que tanto autoridades como comunidad colaboren para restablecer la confianza y la seguridad en el área. Este suceso debe ser un llamado a la acción, no solo para prevenir futuros incidentes, sino para garantizar que nadie más tenga que enfrentar el dolor de perder su hogar y pertenencias.
El camino hacia la recuperación es largo, pero la voz de los afectados, como la de Dignora Cuesta, es fundamental para que esta historia no se repita y para que se tomen medidas efectivas que garanticen la seguridad de todos.